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jueves, 26 de mayo de 2016

UNA REFLEXIÓN SOBRE LA PATERNIDAD CORRESPONSABLE: EL CASO DE PAPÁ ROSQUILLAS

A raíz de la jornada de Paternatges Corresponsables que se celebró el pasado martes en Barcelona, donde intervinieron, entre otros, Pau Almuni, dando su visión de "qué es ser un padrazo"; Joaquim Montaner, el "papá" de Papas Blogueros contando todo su proceso en la formación de su comunidad y sus líneas de actuación para dar visibilidad y Mónica de La Fuente, la "mamá" de Madresfera, contando la irrupción de los Papás en el mundo de la comunidad de mamás 2.0, no quiero hacer un resumen de la misma, sino una reflexión a partir de nuestro caso en particular.

Papá Rosquillas estaba trabajando cuando me quedé embarazada en la empresa privada, como siempre ha hecho. Aquel verano sólo disfrutó de 10 días de vacaciones guardándose otras dos semanas más asuntos propios para que su permiso de paternidad fuera, no sólo de los 15 escasos días que le tocan por Ley, sino de 1 mes y medio y así poder estar con su hijo, implicado en su crianza desde el minuto 0 de su nacimiento. Cuando volvió a la empresa, casualmente un mes después de su incorporación, le resciendieron el contrato, sin más explicaciones. Le pagaron el finiquito correspondiente y durante los 4 meses siguientes compaginó el co-cuidado de Rosquis, junto a mí, con la búsqueda activa de empleo, envío de currículums, entrevistas de trabajo, etc. Sin su ayuda creo que nuestra lactancia no hubiera sido un éxito, gracias a que se levantaba por la noche, me daba agua, o me ayudaba a acunar a Rosquis. Se ocupaba -y se ocupa- de las tareas de la casa, no me dejaba llevar pesos: Mi posparto fue largo, lento y pesado, debido a la feroz episotomía, que ya os conté en mi Crónica de un parto no respetado. 

La búsqueda de empleo dio sus frutos y Papá Rosquillas se volvió a reincorporar al mundo laboral cuando Rosquis tenía 5 meses, ya comía papillas de frutas y se aguantaba bastante bien sentado. Pero menuda sorpresa ver que en su nueva empresa se primaba más "calentar el asiento" hasta las tantas que salir a la hora y él, que tenía el trabajo hecho a tiempo y salía a su hora cada día, era objeto de miradas y comentarios por "salir temprano", cuando eran los demás compañeros los que "salían tarde" para "quedar bien con su jefe". Dos meses después, se volvió a ver de nuevo en el paro.

En esta ocasión tardó menos en encontrar trabajo, pues no paraban de llamarle y de hacer entrevistas. Aunque no pudo quedarse a trabajar en Barcelona tampoco, sino esta vez a 70 kms de distancia. Más de 12 horas de jornada laboral fuera de casa, sesgadas por dos horas de la comida, 2 horas que no necesita. ¿Qué ha intentado? Pues pedir 1 hora para comer y poder hacer una hora más de trabajo a mediodías para así el viernes hacer jornada intensiva. Pero como nadie más la hace, a él se le ha denegado. ¡Qué complicado es a veces ejercer de padre cuando sólo te dejan estar unas pocas horas al día a tu hijo! Y aún asi en esas horas, no parar un momento en casa, con el peque en el bucle de "baño-cena-dormir" un día tras otro, cansadísimo tras un madrugón considerable diario y una jornada partida por una comida no de "café, copa y puro", sino de tupper, que podría solucionarse en una hora. Y aunque venga cansado, siempre tiene una sonrisa o una broma para hacernos reir a mí y a Rosquis a tiempo...  Bueno, no nos quejemos, diréis, que podría ser peor y tener que trabajar también en fines de semana, ¡claro!. Aún así ha pedido llegar más tarde para acompañarnos al pediatra o se ha pedido algunas horas libres para ir a mirar coles juntos, etc.

Si queremos una paternidad de igual a igual  tendría que cambiar el panorama laboral: Empezar a sustituir la "cultura del presencialismo" por el de la productividad y el rendimiento en menos horas, dedicando el resto de la jornada a la conciliación familiar, como es el caso de los Países del Norte de Europa. ¿Y es que acaso los empresarios no saben que si un trabajador está feliz en su plano personal rinde más en el ámbito profesional? ¿Se necesitan realmente dos horas para comerse unos tuppers a mediodía, pudiendo trabajar una hora más y haciendo intensiva los viernes? Y aún así, Papá Rosquillas es un "papá sin tiempo o papá a full-time" que dedica todas sus pocas horas al salir del trabajo a su familia en exclusiva, que ha dejado de ver series y películas y que, sólo a mediodía se permite entrar al ForoCoches o leer un rato un libro. ¿A estos papás implicados no les correspondería un sistema tan implicado como ellos en la mejora de la conciliación familiar y laboral?

¿Nos contáis vuestra opinión o vuestra experiencia?

3 comentarios:

  1. Mi marido es informático cuando esta de reten(guardias) trabaja desde casa, cuando tiene médico y cosas así que se ausentaría un rato de la oficina le dicen que trabaje desde casa porque así no pierde el tiempo del trayecto también, pero lo que llevan tiempo pidiendo los empleados de trabajar desde casa siempre he ir a la oficina para reuniones y cosas parecidas, no, no hay que ir a la oficina...

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    1. Está muy bien que pueda hacer teletrabajo y sólo haya de estar en la oficina para temas puntuales, eso es conciliar! Menos mal que hay empresas que merecen la pena. Besitos!

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    2. Algo ayuda que pueda, pero viendo que se puede, que trabajan más y mejor, podian dejar de hacerles ir a la oficina solo para calentar silla, si hasta el portátil que usan allí es el se llevan a casa.

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